La transversalidad puede considerarse como la estrategia metodológica fundamental en este modelo ya que a través de ella se logrará la incorporación de los ejes integradores, es decir, de una perspectiva integrada de los conocimientos. Esta estrategia también posibilitará que las habilidades básicas de pensamiento y comunicación, que son pilares del enfoque curricular en este modelo, permeen los contenidos de los planes de estudio.
los llamados "Ambientes de Aprendizaje" han sido una estrategia para los contenidos transversales que reflejan los grandes y graves problemas sociales que aquejan a nuestro país:
- Igualdad de oportunidades entre personas de distinto sexo
- Educación para la salud
- Educación vial
- Educación del consumidor
- Educación financiera
- Educación ambiental
- Educación sexual
- Educación cívica y ética
- Educación para la paz
A primera vista, parece una propuesta más de la Secretaría de Educación Pública para "actualizar" la práctica docente, pero hay algunas consideraciones que son importantes y que no se deben soslayar a partir de estas iniciativas "reformadoras".
1.- Los ambientes de aprendizaje, llamados también ambientes educativos, no son nuevos. Ya desde el siglo XVIII Pestalozzi incluyó este concepto en su obra "Gertrudis y yo" o "Leonardo y Gertrudis" donde expone sus teorías acerca de la reforma social a través de la educación, haciendo énfasis en lo que hoy se retoma: La cultura tiene una parte pedagógica haciendo todo esto una transversalidad.
2.- Los problemas que aquejan a nuestro país son enormes, pero no es nuevo que los profesores damos cuenta de ellos en carne propia: espacios insuficientes e insalubres para llevar a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje, bajos salarios, inseguridad, escaso o nulo apoyo de los Padres de familia, entre otros retos que enfrentamos en la realidad, no en la teoría. Ahora se nos pide desde la Federación que demos cuenta a través de la transversalidad de situaciones que escapan de nuestro radio de acción y de las que siempre hemos sido tan conscientes como que las hemos vivido y lo seguimos haciendo, en carne propia.
La institución escolar es una célula con vida propia por sí misma, cuya función, además de ser formadora es certificadora de aquellos saberes que garantizan que el alumno tiene los conocimientos para acreditar el grado o su educación primaria. Este enfoque tampoco es nuevo, en el Brasil de Freire, de los años 60´s, se decía que escuela y los libros eran vehículos de adoctrinamiento de las masas, por lo que Paulo educaba en cualquier espacio, convirtiéndolo en un verdadero ambiente educativo, pero para Paulo no existía la figura del Maestro, sino del Educador, ni la del alumno, sino la del educando, en el marco de un proceso de enseñanza aprendizaje muy particular, en el cual "nadie enseña a nadie, los individuos se educan unos a otros en comunidad" (¨Pedagogía del Oprimido":17)
Sin embargo, los tiempos actuales reclaman otras miradas en el contexto de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación que está disponible para profesores y alumnos a través de los mas media.
Hoy, el padre de familia que envía a su hijo a la escuela sabe que una buena educación NO es sinónimo de bienestar económico o de un empleo seguro a futuro y que los muchos años de estudio y de asistencia a la escuela les proporcionarán herramientas que ya no son tan bien valoradas por el común de las personas como antes. Bajo el esquema de la educación compite , igual que muchas otras cosas, como una mercancía más.
La transversalidad se caracteriza por la vinculación de la cultura escolar y la no escolar. Ser transversales es sinónimo de apertura y flexibilidad. La desvalorización del mundo humano crece en razón directa de la valorización del mundo de las cosas. Karl Marx Las profundas transformaciones, como fruto de la globalización y del modelo desarrollo de libre mercado imperante, han repercutido directamente en los objetivos que la educación se ha propuesto. Desde comienzos de la década de los 90 del siglo pasado se ha vinculado a la educación con la transformación productiva, con una incorporación deliberada y sistemática del progreso técnico, conducente a elevar la competitividad internacional.
En esta perspectiva, se ha puesto mayor énfasis en los objetivos y contenidos disciplinarios tendientes al desarrollo de habilidades y competencias productivas y sociales que en los objetivos referidos a la formación ciudadana. Se sostiene que el conocimiento científico-tecnológico, aquel que se ha universalizado, globalizado e internacionalizado es el que otorga el mayor valor agregado a la producción.
La transversalidad consiste en lograr una educación institucional más ligada a la vida, y una vida social más educativa.
A partir de esta concepción, se puede deducir la necesidad de ubicar el análisis sobre la transversalidad dentro de un contexto crítico que permita develar las estructuras de poder y control hoy presentes en la cultura escolar, factores que se convierten en elementos relevantes para el alcance de resultados significativos frente a la complejidad social.
Cuando se habla de transversalidad académica y curricular, se involucra la lógica de la escuela, y también de las otras agencias culturales de la sociedad (familia, trabajo, política, deporte, etcétera).
La transversalidad le apuesta a un cuestionamiento profundo de la totalidad escolar y de sus elementos, que requiere de una lógica global, integral, que debilite la insularidad, la atomización y la yuxtaposición generada por la fragmentación. Lo que se vislumbra es la necesidad de un proceso de reconstitución de la escuela.
La transversalidad se caracteriza por la vinculación de la cultura escolar y la no escolar. Ser transversales es sinónimo de apertura y flexibilidad.
Existen varios temas transversales cuyas características son:
1. Promueve la interrelación de las áreas curriculares, avanzando en la posibilidad de superación de la fragmentación del conocimiento.
2. Favorece la vinculación escuela-comunidad.
3. Facilita la circulación y conocimiento de información relevante para la toma de decisiones. 4. Posibilita el desarrollo de formas de participación democratizadoras de los modelos de gestión institucional/educativa.
5. Abre espacios para la reflexión crítica acerca de actitudes y valores que operan como sustento de prácticas y normas políticas, sociales y morales.
6. En algunos en calidad de temas-contenidos; en otros, como habilidades, actitudes y/o valores transversales. Considerando que los valores cumplen un papel dinámico al convertirse en elementos necesarios para el cambio cultural y la transformación social.
7. Se plantea como ligada a una educación cuyo propósito central es la formación para la vida, atendiendo a dimensiones personales, sociales valóricas y cognitivas.
8. Adquiere particular valor y fuerza precisamente para el propósito de alcanzar un equilibrio entre una educación que prepare para la productividad y el empleo, pero que incluya en ella una fuerte formación tanto personal como social.
9. Apunta a la formación de personas con autonomía moral e intelectual, capaces de comprometerse con su propio desarrollo y el de la sociedad, cualidades centrales para una inserción social responsable y activa, tanto en las esferas productivas como ciudadanas.
10. Los temas transversales incluyen tópicos que hacen referencia, preferentemente, a contenidos emergentes e integradores.
11. Cumplen con el cometido educacional de abrir el currículum y la escuela a los grandes problemas sociales, éticos, económicos, tecnológicos y culturales que la sociedad nacional e internacional está confrontando en la actualidad.
12. Plantean situaciones y problemas que los estudiantes confrontan en sus vidas cotidianas como resultado de los procesos de modernización, globalización, cambios culturales y conflictos sociales.
Entre los temas transversales se encuentran, entre otros:
- Los derechos humanos
- El desarrollo sustentable (sociedad, economía y medio ambiente)
- La paz
- El género
- La multiculturalidad y la diversidad cultura
- La sexualidad
- Los medios de comunicación
- La tolerancia y la no-discriminación
- El consumo responsable
- La resolución de conflictos
- La ciudadanía y la democracia
- El cooperativismo y autogestión.
No obstante lo anterior, se hace indispensable reflexionar sobre los obstáculos de diferente naturaleza que existen hoy para poder realizar y construir procesos formativos sustentados en la transversalidad. Entre algunos de ellos podemos anotar:
1. La política curricular elaborada por las agencias del Estado.
2. La estructura y la organización de la escuela.
3. La formación y el pensamiento del profesorado.
4. Las presiones de la comunidad educativa.
5. El estudiantado formado en roles academicistas.
6. Los materiales educativos y las propuestas editoriales.
7. Cultura escolar homogenizadora, autoritaria y discriminadora.
8. Mirada fragmentada de la escuela.
Para ello es importante que cada escuela, a partir de su propia experiencia y diseño curricular, adopte la transversalidad desde distintas modalidades o estrategias. La idea principal es definir un conjunto de aprendizajes que no se inscriben en una sola disciplina y que responden a las necesidades de formación que la sociedad demanda a la educación en la actualidad. Es decir, a través de la transversalidad, este tipo de educación avanza desde la superación del paradigma tradicional enciclopedista, hacia un paradigma formativo integrador y holístico. El conocimiento académico, las prácticas educativas, el currículum oculto, las formas de organización, la distribución de poder en el seno de la institución escolar, las propuestas didácticas, los materiales, la evaluación, constituyen determinadas visiones culturales e ideológicas. La escuela conforma unas fórmulas de interacción cultural que han sido cuestionadas por fortalecer las estructuras por medio de las cuales se reproducen el modelo dominante androcéntrico, etnocéntrico, y eurocéntrico, por ejemplo.
Así la transversalidad significa un cambio de orientación, de mirada, de propuestas metodológicas y de finalidades educativas. En este sentido, la transversalidad potencia los fundamentos para perfilar una educación global, crítica y emancipadora.